El esófago es un tubo muscular hueco que lleva la comida y los líquidos al estómago. Este cáncer se desarrolla cuando las células que lo recubren comienzan a crecer y se dividen anormalmente, formando un tumor. Es un tipo de cáncer menos común comparado con otros, sin embargo, subtipos como el adenocarcinoma han ido aumentando su incidencia a lo largo de los últimos años. 

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¿Qué síntomas tiene el cáncer de esófago? 

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-Dificultad para pasar alimentos.

-Dolor en el pecho o molestia. 

-Pérdida de peso y falta de apetito. 

-Ronquera. 

-Tos persistente. 

-Hipo. 

-Neumonía. 

-Sangrado de tubo digestivo. 

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El tener estos síntomas no quiere decir que se tiene cáncer de esófago, sin embargo es necesario que seas revisado por un especialista en caso de presentar alguna de las molestias descritas previamente. 

 

¿Qué tipo de cánceres de esófago existen?

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El adenocarcinoma es el más común en países desarrollados, y proviene de las glándulas en el recubrimiento del esófago en su tercio inferior. Está relacionado con un padecimiento llamado “esófago de Barrett”, mismo que es secundario al tabaquismo, sobrepeso y principalmente a la enfermedad por reflujo gastroesofágico. Se piensa que, al regresar ácido del estómago hacia el esófago, ocurren cambios en estas glándulas que predisponen a presentar un cáncer de esófago. 

El otro tipo de cáncer de esófago es el carcinoma escamoso. Este tipo de cáncer se desarrolla de células distintas que también recubren el esófago y está relacionado con el consumo excesivo de alcohol y tabaco. 

 

¿Quiénes tienen mayor riesgo de presentar cáncer de esófago? 

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-Mayores de cincuenta años. 

-Hombres tienen mayor riesgo que mujeres. 

-Uso de tabaco y alcohol en exceso. 

-Obesidad y sobrepeso. 

-Antecedente de ingesta accidental de sosa cáustica. 

-Deficiencias vitamínicas (betacaroteno, vitamina E, selenio o hierro). 

-Otras enfermedades como: infección por virus del papiloma humano en cavidad oral, acalasia, tilosis, bandas esofágicas. 

-Enfermedad por reflujo gastroesofágico. 

 

¿Cómo se hace el diagnóstico de cáncer de esófago? 

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Usualmente se realizan una serie de estudios previa la caracterización completa de este tipo de tumores. De manera inicial se realiza una panendoscopia, que es un estudio en el cual se introduce una cámara en el tubo digestivo y se avanza a lo largo del esófago para visualizar anomalías. De encontrarse un tumor, se procede a realizar una biopsia, que es una muestra de una pequeña parte del tumor (donde está anormal) para que sea examinada por un especialista bajo un microscopio.

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Una vez corroborado el diagnóstico de cáncer de esófago, se procede a realizar estudios para determinar si ese cáncer no se ha “regado” a otros órganos. Para lograr esto, se pueden usar varias pruebas diagnósticas como: tomografía computarizada, PET-CT, ultrasonido endoscópico e incluso broncoscopia. 

 

¿Cuáles son las etapas del cáncer de esófago? 

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Etapa I- El cáncer está en las capas internas del esófago. 

Etapa II- El cáncer se ha esparcido a las capas más externas del esófago y pudo haberse ido a los ganglios linfáticos. 

Etapa III- El cáncer se ha ido más allá del esófago y ha invadido los tejidos cercanos y ya se ha ido también a los ganglios linfáticos. 

Etapa IV- El cáncer se ha esparcido a otras partes del cuerpo. 

 

¿Cuál es el tratamiento del cáncer de esófago? 

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El cáncer de esófago usualmente es mejor manejado cuando se da quimioterapia, radioterapia y cirugía. Dado que la mayoría de veces este tipo de tumores se diagnostican en etapas localmente avanzada, usualmente se da quimioterapia y radioterapia antes de planear una cirugía. 

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El realizar una cirugía con fines curativos depende de: si el cáncer es adenocarcinoma o es un carcinoma de células escamosas, el tamaño del tumor, si el cáncer se ha esparcido a otros órganos y el estado de salud en general. 

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La cirugía que se realiza en estos casos es llamada “esofagectomía” y consiste en remover el esófago en su porción afectada por el tumor con un margen de tejido sano, y crear con el estómago un “nuevo esófago” para unirlo al resto del tubo digestivo.  También se remueven los ganglios linfáticos.